Creo en una fotografía que no muestra: revela. Mi trabajo habita ese espacio donde la emoción se vuelve forma y la estética se convierte en experiencia.
Para mí, el lujo no es un objeto.
Es la intensidad de un instante vivido, único, exclusivo.
Es ese momento que te hace sentir que lo que sucede frente a ti te pertenece solo a ti: un lujo emocional inalcanzable para cualquier otro.
Mi trabajo nace de esa búsqueda: cazar lo irrepetible.
La tensión previa al movimiento. La energía a punto de estallar. La elegancia silenciosa que convierte un gesto en legado.
Entre Barcelona y Ciudad de México, he forjado una mirada que funde la precisión con la sensibilidad, y la actitud con el carácter. Una fotografía que no busca imponerse, sino calar hondo.
Y cuando la emoción y la luz se alinean, acontece lo que define toda mi visión:
GASSPIC.
Cuando la adrenalina se dispara.
